Como
buena mujer todos sabemos que se tiene que ser ama de casa, de otra manera no
se tiene el tiempo suficiente para atender a tu marido, que para solo decir lo
obvio, es la persona más importante de tu vida. Para empezar el día tienes que levantarte
horas antes que él, él tiene que
descansar, hace todo el trabajo y es quien toma las decisiones importantes tú
no tienes que aburrirlo con tus problemas.
Antes
de que él se levante el desayuno, café, lo que el necesite tiene que estar
hecho además de que tiene que haber diferentes opciones porque… ¡imagínate
si no le gusta lo que haces! Su día
puede empezar mal por tu culpa y Dios te salve de eso, entonces después de tener
diferentes desayunos preparados se va a trabajar, pero no hay tiempo de
descansar.
Se va él
y tienes que empezar a arreglar a los niños, porque estos son la viva imagen de
tu marido, y no podemos dejar mal a tu marido porque eso afectaría mucho su
vida, si así ya es difícil teniendo que mantenerte a ti y a tus hijos y además
no le tienes que dar razones para dejarte, si tener a los hijos bien vestidos
es lo que se necesita para mantener a tu marido ¡hazlo!
Después
de que los niños se vayan tienes que hacer los quehaceres de la casa, lavar su
ropa porque si no se ve presentable que dirán los asociados de su trabajo de su
casa, no no que Dios no quiera que lo encuentren con una camisa sucia o no
planchada, pensaran que tiene una esposa incompetente que ni lavar la ropa puede.
¡Qué vergüenza tendría que pasar!
Aunque
la comida no es todo, la siguiente cosa que hacer para ser la esposa perfecta
es estar perfecta para él, antes de que llegue cámbiate, ponte ropa limpia,
retoca tu maquillaje y peina tu cabello de forma que a él le guste. Cuando llegue recíbelo con emoción y alegría,
haz las cosas un poco más interesantes para él, su día pudo haber estado
aburrido o estresante.
Por último
y además la nota más importante no lo llenes con tus problemas, estos no son
importantes, preocúpate por SUS problemas esos son los que importan porque son
problemas de EL. No le preguntes cosas, su palabra es inmutable no tienes que
dudar de ella y no te quejes de que llegue tarde a la casa o si no llega, de
alguna forma tiene que relajarse y si esto implica llegar tarde a la casa no
tiene que haber consecuencia alguna.
Una
buena esposa sabe cuál es su lugar.
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